viernes, diciembre 30, 2005

¡Feliz año!

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El año 2005 está agonizando y se esboza el año 2006, estas son épocas en las que acostumbro evaluar aquellos propósitos que hice al comenzar el año. No me puedo quejar, este año ha sido uno de los mejores, logré lo que me propuse en cuanto a la parte laboral, eso me ha dado una gran estabilidad. Hay aspectos que aún no han presentado mayor movimiento, creo que cada cosa a la vez, éste fue el año de las certezas profesionales, pero aún persigo otras certezas, en el campo afectivo, espiritual, personal hay muchas metas. Les comparto algunas,

1. Buscar más lo espiritual, la vida laboral me ha mostrado que es necesario buscar un equilibrio personal y creo que el cultivo de lo espiritual es lo que lo proporciona.
2. Distinguir cuál es el papel de mi trabajo dentro del gran conjunto de lo que es mi vida, ahora ambas dimensiones están mezcladas, y necesito separarlas.
3. Empezar a abrir la puerta de mis emociones, está cerrada y ya es hora de terminar con unas cuantas barreras que he levantado.
4. Empezar el postgrado y terminar otros asuntos académicos.
5. Sonreír más.
6. Vivir más.
7. Perdonar más... seguir perdonando.

Esas son algunas cosas que he reflexionado. Por acá las historias continuarán el año entrante (osea mañana!). Les deseo un feliz año a todas y a todos, que el nuevo año traiga muchas sorpresas buenas para todos.

viernes, diciembre 23, 2005

Feliz Navidad


La navidad es una fiesta especial, este año ha sido muy diferente a los pasados, y justo al acercarse la noche buena puedo decir que siento la alegría que hace tiempo no sentía, las muchas bendiciones que rodean mi vida, y siento la alegría de quienes están cerca de mí, porque estamos bien. Las navidades de un adulto son muy diferentes a las navidades infantiles, cuando uno escribía las cartas pidiendo regalos, esperando ansiosamente que Santa dejara los regalos en el árbol de navidad. Recuerdo que de niño me acostaba temprano, esperando ansiosamente poder despertar para sorprender a este misterioso y mágico personaje dejando los regalos, recuerdo lo mucho que pensaba cómo haría para repartir tantos regalos al mismo tiempo, confieso que me ilusionaba mucho. Fueron sin duda momentos especiales que extraño, porque al crecer perdemos lo mágico, todo se vuelve tan racional, tan frío, tan “coherente”, “líneal”, lógico y rutinario que perdemos esas sencillas emociones que son lo que hace hermosa la vida. Creo que lo que puedo rescatar de esta época, y de la figura de Santa Claus es la generosidad, alguien que vive para repartir regalos es una imagen del compartir, del dar. Esta podrá ser una época consumista, pero ¿a quién no le da ilusión recibir un obsequio? ¿Acaso detrás de aquel regalo que buscamos para las personas especiales no hay algo que nos emociona al pensar en el momento en que esa persona abra y descubra su regalo? Eso es lo bonito de esta época, como decía El Principio, los ritos son necesarios, hacen que un día sea diferente a los demás. Que estas fechas sean un momento especial para recordar la inocencia de esos niños que alguna vez fuimos, y que creían en Santa Claus, que podamos dar los regalos que más esperan nuestros seres queridos, abrazos, besos y buenos pensamientos para todos.

¡Que todos ustedes tengan una maravillosa navidad!
Un gran abrazo a todas y a todos vosotros.

miércoles, diciembre 14, 2005

Recuerdos

Te extraño. Pienso muchas veces al día en los momentos maravillosos que solíamos pasar, extraño tu sonrisa: tan cristalina y suave como un caudal de agua fresca que se oye en los campos. Extraño tus manos, que solían sostener mis esperanzas, mis miedos, mis angustias, tus ojos bien abiertos, claros, bonitos, con los que cautivaste mi mirada ese día soleado en que por primera vez cruzamos palabra. Te acuerdas? Tu cabello negro recogido, tu camisa blanca, tu pantalón azul, lo recuerdo como si te viera aquí, a mi lado…ahora mismo. Extraño esos abrazos que no solían soltarme, como si temieras que algún día nos separarámos, jamás entendí esos abrazos tan fuertes, ahora los entiendo, y entiendo tus lágrimas de vacaciones, cuando te ibas lejos, y yo me quedaba esperándote, mientras contaba las lunas que te iba a dedicar. Extraño tus besos, suaves, cariñosos, profundos, esos momentos donde yo me perdía en tu cuerpo. Eramos tan felices, te acuerdas de esos días donde reíamos sin saber por qué? Te confieso que fui tan feliz, pensaba en que nada malo podría tocarnos, en que eran ciertos los cuentos de hadas, en que la vida era maravillosa, en que todo el mundo era bueno, en que tenía lo inmerecido. Extraño tu voz, por teléfono, jamás pude hablar bien por teléfono, sólo contigo, solo tu voz me hacía hablar como loco. Extraño los días de las locuras, de las rabietas que no eran más que amenazas de hermosas reconciliaciones, los aniversarios, las tarjetas, ese tarde maravillosa en que buscabamos un trebol de cuatro hojas que yo encontré. Extraño esos días en que me decías te amo, con esa música suave de caricias y besos y miradas eternas, donde nos descubriamos el alma. Esos momentos se fueron tan rápido, no crees? Fueron tan cortos, comparados con esta vida sin ti, con estos pasos donde estoy sólo, donde tu quedaste tan atrás (o tan adelante). En días como hoy, es muy fácil extrañarte, para ser sincero, todos los días es fácil es extrañarte.

domingo, diciembre 11, 2005

Para mi viejo


A la influencia más grande en mi vida
A mi querido Padre
¡Que los cumplas muy feliz!

domingo, diciembre 04, 2005

Distancia

Te veo...

Tan cerca... pero tan lejos

Dónde Más Estoy?