domingo, abril 30, 2006

Veintiocho

Puede uno amar sin ser feliz;
puede uno ser feliz sin amar;
pero amar y ser feliz es algo prodigioso.
Honoré de Balzac

Un nuevo año de vida llega, muchas cosas se temen, otras más se esperan con ansia, con una necesidad impresionante. Se espera saber lo que se hace, se espera no estar perdiendo el tiempo, se espera no perderse en los laberintos de ser uno mismo. Muchas certezas se van logrando, pero se da uno cuenta que cada paso trae consigo nuevas dudas, nuevas incertidumbres, nuevos temores a perder lo que se tiene. Y descubre uno que hay que vencer los miedos, que hay que ser valiente en cada una de las cosas que se hace, que hay que ser un poco suicida y arriesgarse, que en donde unos tropiezan otros se levantan, que cada minuto hay que vivirlo hasta agotarlo totalmente, que hay que consumirse viviendo intensamente, que en un minuto, en un segundo la vida te puede cambiar para siempre e irremediablemente, que los amigos (y uno mismo) se van, cambian, llegan y se van, y siempre en las noches esta uno, en la oscuridad, preguntándose si valió la pena ese día vivido, si tanta actividad no le ha hecho olvidar a uno que las cosas más grandes y maravillosas no tienen precio, que mañana es otro día y que puede ser mejor, que cuando las cosas tienen que pasar simplemente pasan, que ante lo inevitable hay que relajarse y disfrutar... si se puede.

Veintiocho años y a veces se cree que no se ha aprendido nada, y que lo que se ha aprendido es mejor desaprenderlo, veintiocho años de mañas y esquemas mentales que encarcelan, se qué se han vivido esos veintiocho, ¿cuántos quedan? No se sabe, solo se que busco una mirada que he visto perdida entre cuentas y números de otros años, también se que la vida es una y que “I can't do this all on my own. No, I know, I'm no Superman”. Se tiene la confianza en que el camino tiene más luz de la que uno ve, que hay que luchar por saber lo que de verdad se quiere.

Para este día una canción de Stereophonics, que me muestra que hay cosas que aún son inciertas, que deseo descubrir lo sencillo que hay en la vida, que lo que se sueña, se desea, se quiere y se ama quizá no esté hoy... tal vez mañana.

I've been down and
I'm wondering why
These little black clouds
Keep walking around
With me

It wastes time
And I'd rather be high
Think I'll walk me outside
And buy a rainbow smile
But be free
They're all free

So maybe tomorrow
I'll find my way home
So maybe tomorrow
I'll find my way home

I look around at a beautiful life
Been the upperside of down
Been the inside of out
But we breathe, We breathe

I wanna breeze and an open mind
I wanna swim in the ocean
Wanna take my time for me
All me

So maybe tomorrow
I'll find my way home
So maybe tomorrow
I'll find my way home

sábado, abril 15, 2006

Vacio (o lleno de nada)

Un día de abril descubrió que adentro no había nada, que de tanto complicarse la vida había quedado vació, sin fondo, totalmente superficial. Intentó mirar hacia adentro y no vio sino un profundo túnel… oscuro… lleno de telarañas y esqueletos de gente que había pasado por su vida y se había quedado ahí, pudriéndose y matando todo lo que existía. Esa hermosa naturaleza que había habitado su ser, llena de matices, de criaturas maravillosas, de héroes y paisajes había sido desvastada y erosionada por un fuego abrazador de sucesivas incoherencias y pensamientos recurrentes.

Cuando se hablaba a sí mismo resonaba dentro de sí un eco que iba muriendo poco a poco. Su mirada perdió el brillo que en alguna época tuvo, sus ojos mostraban una niebla gris, cansada. Su mirada era tenue, débil, no podía fijarse detenidamente en otros ojos, pues temía que los demás vieran el abismo profundo que había en su ser, ese abismo juiciosamente cultivado por mirar atrás, por una soledad que lo consumió, que se bebió su color, y lo convirtió en una patética figura grisácea, insípida, aburrida.

Sigue descendiendo
al vació de uno mismo,
a la perplejidad,
a la mirada vacia,
a los ojos de muertos vivientes,
al silencio incómodo de no tener preguntas,
al eco insistente de las mismas respuestas,
al cansancio de ser siempre el que se es,
al hastío de verse al espejo,
al odio de esa voz que desvaría en la mente,
¿Habrá nuevas fuentes para llenarse?
¿Quedarán luces mínimas para encender?
¿Se seguirá consumiendo en la incoherencia de ser quien es?

Dónde Más Estoy?